El Colegio...

Si, el Gimnasio Femenino... donde paso como nueve horas diarias, y sí, donde conocí al diablo, y claro, a sus fieles seguidroes; donde conocí una de las obras maestras de quien quiera que sea nuestro creador, y donde sin duda, he pasado muchos de los grandes momentos, tales como este: mientras ellas mueren lentamente bajo el sol, bajo el dominio del diablo, y bajo la presencia de la poseída y falsa Ayda (foto izquierda)... yo:




Simplemente duermo bajo el sol.

Respecto a las creaciones divinas... hay que ver para creer:


Si Miguelito y el Papa..cito!!! Claro, las de Matemáticas y Ciencias, los han detallado mejor, pero es suficiente con la pose de Miguel de las escaleras blancas, y pues de Charlie (que yo se que tiene algo que ver con alguna fábrica de Chocolates...), con noveno y su super clase, para que sus encantos perduren.

Estas son el tipo de cosas que uno se llevará del colegio, que van más allá de los libros, más allá de 11°A, más allá de casi cualquier cosa.

Pero claro, Fernando no es el único perverso diablo del colegio (que además de ser manteco y ordinario, tenía que ser el profesor de educación fisica-otra razon para no aguantárselo- es poco inteligente como para entender que definitivamente no haré clase, y que no hay duda acerca de que no soy del programa a distancia), existe también Diana, un peculiar personaje, tan sólo cuatro años mayor que nosotras, que le encanta el yuju yuju con la creación perfecta (Miguel), y tiene delirio porque pararse en el escalón significa mucho, y pues claro, cabe recordar aquella clase donde la odié mas que nunca (fue como la segunda pero vale 3), y todo gracias a que ni ella misma se entiende. Todos los jueves de estos dos años, he soñado con ver el momento en que se le rompan esas horribles botas azules que se pone, y que sí, estan a punto de romperse; he soñado porque en algun poseído momento, camito la vuelva a llamar, para poder contestar, con que le pueda decir lo sonsa que es, y todo lo que de ella me perturba, pero claro, ya aprendí, que tengo que esperar a ese tan anehelado jueves, poruq ede lo contrario no sólo me vería perjudicada con las pateticas conversaciones con mi mamá (que la hacen sapa y buja), sino que mis notas también lo harían aún más que hoy.

Diana (con la chaqueta café de casi todos los días),
Miguel (ñomi ñomi), Charlie,
el calvo insoportable de Mauricio,
y la atravesada de 10mo.

Casi se me olvida que existe Mauricio, el resentido que todavía no entiende que yo como en clase, porque me da hambre, y pues ahora, solo por molestarlo (So sorry por él). Sin ser suficiente, encuentra sumamente molesto que no vaya a clase, y por eso, tenía que ser él, quien les diga a mis amigas del otro salón, cuando me escriben cartas (porque su clase es súper...) que me escriban que me aparezca en clase, como si fuera gracioso. Apartemos por un momento el hecho de que me hizo perder Seminario, además de Filosofía, y hablamos acerca de su irónica cara, que aparece cada 2 minutos, porque claro, quien se va a quedar callado y claro, el respeta la palabra (ajaaaa todavía se lo cree él) y continúa con la pregunta más annoying del mundo "Donde iba? es que me perdí?", y es ahí, donde me dan más ganas de decirle que deje fingir, si es que lo hace.

Los grandes momentos, que indudablemente tienen una cercana relación con las personas que están conmigo abajo del escalón, quedarán pendientes para una segunda sesión de amor por el colegio: mi hogar!