(¯`•._)Pink Piggy Ballerina(_.•´¯)

๑ஐLive as if you were to die tomorrow. Learn as if you were to live foreverஐ๑

Thursday, March 09, 2006

Because we still wonder...

-Its a simple question... Is there anything left of all the love you once said you felt? or you just lied, I really felt it...it was amazing but now its unbelievable how everything's changed...and you still dont know what you feel. Well let me tell you something you let all the love I felt die just because for some strange reason I'm never gonna be good enough for you. I just hope that now that you know that I'm waiting for you to make up your mind, you'll realize no girl will ever love you as much as I do. - Kts Gonz

Wednesday, March 08, 2006

Chocoramo


Cuenta la leyenda que el señor Rafael Molano soltaba el lápiz a las 12 en punto, echaba la silla hacia atrás y se agachaba para sacar el portacomidas del último cajón del escritorio. Entonces le decía permisito doctor a la silueta que se recortaba del otro lado del vidrio esmerilado, silueta que respondía siga Molano, y se dirigía al comedor en donde tras colgar el saco del espaldar de la silla, desabotonarse el chaleco y remangarse la camisa procedía a compartir un merecido almuerzo junto con sus compañeros de oficina. Entre bocado y bocado de sobrebarriga, entre cucharada y cucharada de mute, intercambiaban sus opiniones acerca vaya uno a saber de qué: de las últimas intrigas de "El derecho de nacer", del rumor de un ataque perpetrado por un grupo de jóvenes cubanos a un cuartel del dictador Batista o del triunfo fenomenal de "El Zipa" Efraín Forero como campeón de la primera vuelta a Colombia en bicicleta. Y así avanzaba plácidamente la hora del almuerzo. Entonces en un momento dado el señor Rafael Molano iniciaba un ritual que los comensales seguían con el alma en vilo: Molano le echaba una mirada a su reloj de pulsera y como comprobaba que faltaban diez para la una, estiraba el brazo hasta el envoltijo que permanecía junto al portacomidas, lo desenvolvía cuidadosamente y ayudándose de una servilleta tomaba entre sus dedos el contenido. El silencio caía como un costal de arena sobre el salón, bocados a medio masticar quedaban inmóviles dentro de las bocas, vasos de sorbete de curuba detenidos en el aire y las conversaciones se hundían en el suspenso mientras una docena de dilatadas pupilas contemplaban absortas cómo ese esponjoso ponqué blanco desaparecía deprisa tras los dientes blancos del señor Molano.

Alguna noche durante la cena el señor Molano le dijo a su mujer que para mañana tuviera la bondad y le empacara una tajada extra de ponquecito, que se lo iba a vender a un compañero. Tan pronto como terminó de guardar la loza, hacendosa, la señora de Molano horneó el bloque de ponqué que habría de tazarse para toda la semana y no lo retiró del horno hasta cuando estuvo panzudo y con la corteza justo a punto de reventar. Hecho esto recortó dos cuadrados iguales de papel parafinado y sobre ellos dispuso las dos tajadas de ponqué que empacaría la madrugada siguiente: no era cuestión de estarle sofocando la frescura a un ponqué recién hecho. Quien sabe si puedan imaginarlo en toda su grandeza, pero el caso es que después de que la señora Molano apagó el interruptor de la luz, la penumbra y el frío se extendieron por la cocina, una gata maulló desde un tejado cercano y allá sobre el helado mesón de lata dos tajadas de dorado ponqué blanco dormitaban sin saber que estaban destinadas para la gloria de ser llamadas "pioneras", y al hacerlo emitían un brillo especial.

Los Molano no supieron en qué momento el encargo diario de un ponquecito extra se convirtió en negocio, lo cierto es que cuando en cierta ocasión ya bien entrada la noche la señora Molano se vio a sí misma mezclando la masa de azúcar, mantequilla, harina y huevo en la tina de la casa, miró a su marido. Él, que rodeado de ponqués como si de una bandada de pingüinos se tratara hacía la contabilidad, encontró su mirada con la de ella y sin necesidad de decírselo los dos supieron que el momento había llegado. Entonces el señor Molano renunció a su trabajo, trabajó los treinta días de preaviso como corresponde a la gente decente, fue a la notaría séptima y le dijo al notario: tenga la amabilidad de registrarme la marca RAMO S.A. -acrónimo de Rafael Molano- y sea tan formal de patentarme este logosímbolo que usted ve acá y que el maestro aquí a mi derecha ha dibujado con tanta maestría.

Ya son 50 años de eso y así lo anuncia el detalle en la esquina del empaque de Chocoramo, sin duda el producto de mayor reconocimiento que tiene la marca. Pero, ¿qué es lo que ha hecho grande a los productos RAMO? Sin duda esa condición de tentempié que por un módico precio espanta el hambre a cualquier hora del día llámese desayuno, medias nueves, almuerzo, onces o comida y que combina indistintamente con gaseosa, cerveza o kumis. Pero también los ha hecho grandes el orgullo de su marca, una marca que consciente o inconscientemente le ha apostado a la tradición y que no se ha equivocado: ha pasado de largo ante la trampa en que se han hundido las mejores marcas colombianas con el cuento chino del branding y el rediseño de imagen. 50 años con el mismo logo, 50 años con el mismo empaque que deja ver el interior para que el consumidor tenga plena seguridad de lo que esta comprando, son 50 años de calidad, respeto y lealtad. Parece increíble pero así es, corrían los años en que Santafé ganaba campeonatos y ahí estaban el Chocoramo y sus hermanos: una familia clave en la historia de los productos populares colombianos, imprescindible en el inventario de un tendero, irremplazable en nuestros corazones. Por eso nada más acertado que esa brillante idea que Paulo Lecuona y Camilo Turbay pusieron a circular hace un tiempo en docenas de camisetas: un maravilloso logo de RAMO que no dice "RAMO", dice "AMOR".

Monday, March 06, 2006

As memorial...

And... Party!!!

5 de Marzo: Día tradicional de la fiesta de cumpleaños de Maca O.
Este año, dadas las remodelaciones hechas en su apartamento, el plan cambió, pero de todas formas, nos divertimos.

Para la gran mayoría, el día fue el bazar, y la noche el ponqué de Maca, pero para mí, las cosas fueron un poco diferentes.El día fue un super almuerzo, y la noche... además del ponqué y la coca-cola, también fue el paseo por la ciudad. Espichados en el Clio, llegamos hasta Usaquén, comimos en Archie's, en donde además de ser los únicos, nos dieron como gaseosa graciosa, porque en serio, casi no podemos parar de reírnos, a pesar de que Peña, se encontraba pensando en su "Negra Modelo" perjudicial para la salud.

Camino a donde Alexa, es decir, camino a la mier**, tuvimos un momento de crisis: la policia. además de tener un sobrecupo bastante notable, eran horas poco comunes, especialmente en domingo, para que un grupo tan peculiar como el de nosotras, se encontrara en la calle y a gran velocidad. Sin pensarlo, Marguis se metió en un hueco y dejo de respirar, y de la posición de Alexa y Oscar, solo puedo decir "No quiero sentir nadaaaaa" porque estaban al lado mío. Logramos evadir a la polícia, y que sorpresa, despues de todo lo dicho esa noche, Oscar decide quedarse en la casa de Alexa.. Ayy!! Ayyy!!! que ricoooo! No siendo suficiente paseo, decidimos dirigirnos a la 82 (quién no quiere un poco de fiesta un domingo a las 11 y media de la noche??) y si, llegamos, y sí, habían sitios abiertos. Logramos encontrar donde parquear el vehículo, y nos dirigimos a "On the Rocks" auquel escondido y bastante dudoso lugar, que tiene un letrero con luces de neón... al ver que el ambiente estab demasiado manteco, decidimos entrar a Spin, justo al frente., y fue entonces cuando la diversión comenzó...no duró mucho, nos echaron por ser menores de edad. Caminamos por el sector en búsqueda de otro lugar, y regresamos, y OH por dios!! Spin había sido plagado por un par de extranjeros ricachones!! Al entrar para hablar con el administrador, simplemente no pude aguantarme las ganas de probar la Corona que le acababan de dar al "calvito" y pues, no dudé ni un segundo, en ir a pedirle... no contento con compartirme la suya me pidió una, pero ya era tarde y nos estaban echando. Un rato después, les mandamos un pedazo de postal que decía algo que ni me acuerdo, y salieron. Descubir que Ben tenía el brazo izquierdo tatuado, y que se le veía bien... pero ellos asustados por la multitud de colombianos, decidieron huír, y nosotras también.

Sólo puedo decir que ese es el tipo de cosas que sólo se hacen una vez en un largo tiempo, y que sí, me divierten sobremanera. Por fortuna, hoy ya no tiene más importancia, pero aún, me causa gracia, haber conocido aquella faceta de mí, un poco más segura, un poco más loca... un poco diferente a lo normal. Definitivamente, hay que romper la rutina.

Sunday, March 05, 2006

Hasselhoff of My Day

Some people stand in the darkness
Afraid to step into the light
Some people need to help somebody
When the edge of surrender's in sight..
Don't you worry! Its gonna be alright'cause I'm always ready,I won't let you out of my sight.
I'll be ready (I'll be ready)
Never you fear (no don't you fear)
I'll be ready Forever and always
I'm always here.
-Hasselhoff (1989)
 
Your love is... by ChibiMarronchan
Your name is...
Your kiss is...breath taking
Your hugs are...to die for
Your eyes...sparkle like the stars
Your touch is...awakening my heart
Your smell is...refreshing
Your smile is...hypnotising
Your love is...everlasting
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